Un comentario muy habitual en clase es que los andaluces hablamos mal, especialmente en las zonas rurales o donde se cecea. En esta página os traigo materiales para cambiar esta visión.
Recursos
- Defiende tu acento, Manu Sánchez
- La ministra María Jesús Montero es un buen ejemplo de habla andaluza en un ambiente formal.
- José María Pérez Orozco sobre los rasgos del andaluz.
- «Viva el Betis manque pierda». Ese «manque» parece vulgar, pero no lo es.
- Palabras andaluzas. En cada pueblo se usan palabras diferentes para lo mismo, muchas de ellas conservadas del castellano antiguo.
Si queréis profundizar (para 4º de ESO y Bachillerato):
Rasgos del andaluz
Hay rasgos de nuestra forma de hablar que nos son propias y que no tenemos por qué esconder cuando estamos en un ambiente formal, más cercano al español estándar.
- Vocales: poseen una gran riqueza de timbre vocálico. En Andalucía oriental hay apertura de las vocales, que se usan, entre otros casos, para marcar el plural.
- Seseo: pronunciación de c-z como s: grasia por gracia.
- Ceceo: pronunciación de s como c-z: zolo por solo.
- Yeísmo: pronunciación de ll como y: yeno por lleno.
- Aspiración de consonantes:
- La h procedente de f inicial latina: jumo por humo.
- La j: coha por coja.
- La s implosiva, al final de palabra, puede aspirarse (puroh por puros) o desaparecer (ratone por ratones). En el interior de sílaba puede aspirarse (mohca por mosca) o reduplicarse (jutto por justo).
- Neutralización de l/r: arpiste por alpiste.
- Pérdida de la d, g, r intervocálicas: quemaúra por quemadura, auja por aguja; pea por pera.
- Pérdida de la l, r, n finales: caná por canal, vendé por vender, marró por marrón.
- Relajación de la ch: mushasho por muchacho.
- Sustitución de vosotros por ustedes: ustedes estudiáis o ustedes estudian.
- No hay laísmo, leísmo, loísmo.
- En su léxico hay influjo del leonés, portugués, aragonés, murciano, valenciano y catalán.
Vulgarismos
Por otro lado, hay ciertos rasgos que se consideran vulgares que sí debemos evitar en un ambiente más formal. Sin embargo, al contrario de lo que solemos pensar, estos vulgarismos están extendidos por toda España.
Vulgarismos fónicos
- Cambio de una vocal por otra: me doy cuenta de mis defeciencias…
- Cambio de posición de una vocal o de una consonante (metátesis): Naide me las ha dao…
probe de mí - Supresión de sílabas finales: en después de to, un servidor no tié modales…
- Simplificación o alteración de grupos consonánticos: …a rogale me perdone… framento, manífico, enima
- Contracción de palabras: …caguen mis huesos… pal, pol, paquí, pallá
Vulgarismos morfosintácticos
- Loísmo, laísmo y leísmo: …ni ver cómo la ponían la mano encima… (E. Mendoza)
- Alteración del orden de los pronombres átonos: Sita, que me se ha roto una taza. (C. Rico Goodoy)
- Añadir -s en la 2ª pers. del sing. del pret. perf. simple: hablastes, bebistes, dijistes…
- Regularización de los pretéritos perfectos: andé, tradució…
- Cambio de la desinencia de 1ª pers. del plural del pret. perf. simple: Ayer trabajemos mucho.
- Uso del infinitivo por el imperativo. Ponerlo todo aquí encima… (Sánchez Ferlosio)
- Uso de haber como verbo personal: Habían muchos famosos.
- Anteposición de artículo a los nombres propios de persona: Ha llegado la María.
- Dequeísmo: uso de la preposición de introduciendo el CD o, incluso, el Sujeto. Me creo de que no llegarán a tiempo. Es evidente de que no llegarán a tiempo.
Créditos
Adaptaciones de Características del andaluz y Tomo nota 2.