Años 40
En los años cuarenta aparecen dos tipos de poesía:
- La poesía arraigada, de tono optimista, cultivada por autores como Leopoldo Panero o Luis Rosales, afines al régimen.
- La poesía desarraigada, que expresa un sentimiento de angustia ante la vida y cuyos autores más destacados son Dámaso Alonso con Hijos de la ira y Blas de Otero con Ángel fieramente humano.
Años 50-60
La poesía desarraigada evolucionó en los años 50 hacia una poesía de tono social cuyo precursor había sido Miguel Hernandez con obras como Viento del pueblo y El hombre acecha. Dentro de esta línea de poesía destacaron:
- Blas de Otero, con Pido la paz y la palabra o Que trata de España donde denuncia la situación social del país.
- Gabriel Celaya que defendió la idea de que “la poesía es un arma cargada de futuro”, un instrumento de transformación social
- José Hierro, que evolucionará hacia una poesía más personal concibiendo la realidad como un enigma.
Ya a finales de los 50 surge una nueva generación de escritores denominados como generación de los 50 que pretenden profundizar en el conocimiento de la realidad o evocar recuerdos y experiencias personales. A esta generación pertenecen Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente y Ángel González.
Años 70
En los años 70 bajo la antología de José María Castellet Nueve novísimos poetas españoles aparece un grupo de poetas, denominados los Novísimos, que renovaron el lenguaje con una poesía estética y minoritaria cargada de referencias culturales. A este grupo pertenecen poetas como Guillermo Carnero o Pere Gimferrer.
Literatura en el exilio
Tras la guerra civil, muchos escritores tuvieron que exiliarse de España. Su marcha enriqueció especialmente al continente americano, con el que compartimos la lengua:
- filósofos como María Zambrano,
- poetas como Alberti, León Felipe o Luis Cernuda
- narradores y dramaturgos como Francisco Ayala y Max Aub o Alejandro Casona.
En su obra se aprecia en ocasiones la nostalgia y la amargura por su condición de exiliados. El tema de la infancia como paraíso frente al infierno de la madurez es también frecuente. Con frecuencia, aparecen influencia de autores extranjeros como Whitman.
Muchos de ellos no regresarán nunca más a España. Otros lo harán en los años 60, como Casona, y otros tras la muerte de Franco, como Alberti.
Créditos
Libros Marea Verde